Como todos bien sabemos, los blogs se comentan a través de los comentarios. Es la gracia (o desgracia a veces) de este sistema interactivo de comunicación.
Estoy con la doctoranda dispersa: "...es un espacio público, en el que nos exhibimos. Ello implica someternos a la posibilidad de ser juzgados, de acuerdo. Pero yo no quiero hacer uso de ese derecho con respecto al trabajo de mis iguales".
Hacer un post de un blog es raro. Un diálogo en los comentarios es más correcto en este sistema. Y ya se está haciendo. A veces hay cosas que comentar y otras no. Así es la vida del lector-autor bloggero. A veces los post son demasiado largos, aburren y los dejas a la mitad porque la lectura en la red es diferente a la de un libro. No tiene porque interesarte todo, al fin y al cabo casi siempre son opiniones y por ello, personales. En cambio en otras ocasiones estás deseando que la gente actualice para meter las narices.
Voy a hacer referencia a una página llamada Proyecto Grimm, donde se explica, de cara a colegios e institutos, el uso que le pueden dar los educadores al tema de los blogs como diario de clase:
"El proceso de trabajo escolar a lo largo del año puede recogerse de forma muy natural en un blog, en el cual podríamos ir haciendo anotaciones periódicas con las actividades realizadas, nuestras impresiones, conceptos que trabajamos, enlaces relacionados o acontecimientos especiales.
El valor de este trabajo reside en que nos permite volver la vista atrás sobre el proceso que estamos llevando a cabo, haciendo conscientes a los alumnos y alumnas de cómo han ido evolucionando sus ideas con el tiempo y el aprendizaje".
Yo apoyo (no se si mi Ana estará conmigo) en que los comentarios en su sitio: en los comentarios del final, en nuestro caso, que se queje quien lo desee, que estamos para eso.
Soy consciente de los objetivos y formato que iba a tener este blog y para seguir (al menos inicialmente) con su esencia, te voy a llevar a la contraria primero, para después darte toda la razón (porque cuando dices verdades como puños ¿qué puedo decir yo?).
En mi opinión como periodista pienso que los blogs tienen muchas utilidades dentro del ámbito de las nuevas tecnologías y la web 2.0. Pero lejos de los buenos usos, son en primer lugar un mundo lleno de narcisistas y ególatras que sólo sabemos hablar de nosotros mismos. En muchos casos, hemos visto cómo sin tener que pasar el por el filtro de una editorial, nuestras historias, ya sean personales, ficticias o con una función social (recetarios de cocina, trucos, de noticias, chistes...), la gente nos lee y nuestro ego se hincha con cada comentario o con el número en aumento de las visitas realizadas.
Yo sí creo que el blog sea una herramienta educativa. Para niños y adolescentes.
Creo que el actual sistema educativo no sabe integrar las nuevas tecnologías en sus programas escolares. En lugar de aprovechar las posibilidades reales que tienen las nuevas TIC, simplemente se usan para seguir enseñando de la misma manera: han cambiado las pizarras de tiza por la digitales pero siguen enseñando de la misma forma bancaria. En una entrevista a Roger Schank, experto en Inteligencia Artificial y profesor de Yale y Stanford, lo decía muy claro en una entrevista en El País: "El e-learning actual es la misma basura, pero en diferente sitio".
Respecto de la educomunicación... Todavía me estoy pensado si los medios están para educar... Actualmente han salido muchos programas que pretenden "educar" a la población (pobre ella tan pérdida...) con formatos tipo "El encantador de perros" (adiestra a los dueños y educa a los perros), "Supernanny", "Generación Ni Ni"...
¿Y si dejamos que los medios informen (pero bien no como hacen algunos) o entretengan y que nos eduque el sistema educativo (pero bien no como el actual)?
No me parece mala la idea de enseñar a los niños desde pequeños a saber distinguir la televisión basura, las noticias perversas o los contenidos adoctrinantes... pero creo que hay factores más urgentes que enseñarles a los alumnos: antes habría que cambiar muchos de los mensajes de los medios. También me parece una buena salida de cara a "colocar" a tanto comunicólogo en paro como estamos, aunque conociendo los vaivenes de nuestros planes educativos, poca confianza me inspira el que la administración incorpore una línea de trabajo seria al currículo escolar español.
También estoy con el Ojo de Cristal cuando dice por propia experiencia que debemos contar "con unas infraestructuras que no se encuentran plenamente integradas en la sociedad". Quizás nos olvidamos que mucha gente no vive enganchado a los medios, ni tienen internet, ni otras tecnologías. ¿Acaso ahora todos los niños van a tener que comprar (los padres mejor dicho) un ebook? Pronto saldrán aquellos que visibilizan este futuro para eliminar el importantísimo problema que es llevar una mochila cargada a cuestas para las débiles y todavía por hacer espaldas de nuestros queridos escolares.
Como ves Ana, finalmente siempre estamos de acuerdo. Con nosotras da gusto.
No lo son por una sencilla razón: los blogs no tienen la posibilidad de incluir notas al pie. Y la hipervinculación, en este caso, complica más que facilita la tarea de concretar, especificar o introducir citas biblográficas.
El otro día, Ruth y yo nos enteramos que somos posmodernas y foucaultianas. ¡Qué descubrimiento! También, que todo son procesos, performatividades, lugares de enunciación, apropiaciones y representaciones. De la misma forma, supimos que las construcciones en tanto que, en torno a y bla bla bla (Rujas, 2010), eran las adecuadas para hablar de todo eso. ¡Qué maravilla! Desde ese momento nuestro grupo para analizar Generación Ni-Ni, en tanto que apropiación y producción de representaciones sociales en torno a la juventud, funciona. Pero hoy quiero abordar el programa Generación Ni-Nidesde otra perspectiva: educar para la visualización de la pieza aplicando una serie de conceptos relacionados con la educomunicación propuestos por el teórico Len Masterman y adaptados por el Center for Media Literacy.
1. Los mensajes de los medios son una construcción. Los medios no reflejan la sociedad, sino que la representan y construyen una visión de la misma. Definir los medios de comunicación como espejos o ventanas al mundo conduce a un error de partida en su conceptualización, puesto que hace que sean vistos como transparentes y desprovistos de intención e ideología.
De este modo Generación Ni-Ni no refleja a un grupo social, definido como generación (entendido desde Mannheim, es un grupo delimitado no por por compartir una comtemporaneidad cronológica sino unas mismas condiciones de existencia) que comparte las carasterísticas de no estudiar ni trabajar ni tener valores. En este caso, según el concepto de Len Masterman, el programa representa y construye una visión de estos jóvenes. Yo añadiría que, además, que Bainet (la productora del proyecto) se apropia de una representación social preexistente y la actualiza y de este modo, la audiencia también se apropia performativamente, entre otros, del término "generación ni-ni".
2. Cada medio tiene un lenguaje propio. Las características propias de su lenguaje y la forma en que se combinan sus códigos incide sobre su interpretación final. La forma y el contenido están directamente relacionados e interesa cómo se cuenta lo que se cuenta. Los documentos son discursos estructurados de acuerdo a un orden y responden a una determinada intención, que puede ser más o menos manifiesta.
El tratamiento de la imagen en este vídeo, podemos intuir que cláramente influye en el telespectador. La cámara está centrada en los dos participantes que discuten, cerrando el plano sobre cada uno de ellos cuando la discusión pasa a palabras mayores y encuadrando a ambos en el mismo plano de forma que sus caras parecen unidas, demasiado cercanas como para no llegar a las manos. Las otras voces que se escuchan en la conversación no tienen protagonismo: los psicólogos hablan, pero no los enfoca la cámara. Claramente la labor de realización y montaje está enfocada a despertar morbo en la audiencia.
3. Los receptores "negocian" los significados de los medios. Ante un mismo mensaje, cada persona puede interpretar su significado de muy distinta forma que otro receptor, puesto que su percepción y el sentido que extraiga estará condicionado por su universo particular, sus motivaciones, formación, intereses, etc.
Supongo que la Educomunicación pasa por señalar que los mensajes no son unívocos. Del mismo modo, es importante no olvidar que los mensajes están adaptados al perfil target del programa, es decir a un sector de la población que aunan unas carasterísticas determinadas por las que la significación tenderá más a la igualdad que a la diferencia.
En el caso de Generación Ni-ni, el target no son adolescentes sino los padres de estos, con lo que la intención educativa que proclaman queda más que entredicho.
4. Los medios contienen valores. Los mensajes tienen una carga ideológica y expresan determinados valores, ya sea de forma explícita o implícita.
En el caso que nos ocupa, Generación Ni-Ni proclama que "las propuesta del programa Generación ni-ni es que pasen alrededor de dos meses en una casa especialmente diseñada para un grupo de estos jóvenes (en torno a ocho), viviendo un proceso de acompañamiento y monitorización terapéutica con un equipo de educadores en la que valores, principios básicos, herramientas y habilidades sociales, puedan arraigar en ellos y descubrir posibilidades de establecer proyectos que les ilusionen y les motiven en su vida futura". Acompañado de una serie de vídeos etiquetados como "valores" en los que se muestran las reuniones en las que se trató el tema de valores como el respeto, el esfuerzo, etc., que no tienen ningún tipo de desperdicio. Cabe preguntarse, ¿Son esos los valores que difunde el programa? ¿Las escenas sexuales, de violencia y de violencia sexual son acordes con lo que proclaman?
Mira que sé que he llegado hasta aquí para discutir con Ruth, pero en este caso no puedo más que citar extensamente a una de las grandes profesoras que he tenido durante la carrera, Trinidad Núñez:
En La Bella y la Bestia, a Bella, además de cuidar su casa con esmero, siente un verdadero placer leyendo. Es decir, puede salir al mundo público (a la biblioteca, a la calle…) siempre que no deje el mundo privado, que es el que le corresponde. De todas maneras, es presentada como rara y diferente. A la vez, su padre es un hombre tierno y comprensivo… porque “está loco”. [...] En Mulán aparentemente se rompen moldes porque una mujer, contra todo pronóstico y trasgrediendo la norma establecida, decide luchar ocultando su condición femenina, claro. Sin embargo, al final de la película y para tranquilidad de la familia, el chico (su guerrero) “pide la mano” de la chica (salvándola de ser una “mujer distinta”). El caso de La Sirenita es bastante explícito, es capaz de vender su alma (sus aletas, sus cualidades, su «don») por irse con su príncipe azul (o rojo, que tanto da). Otro caso es La Bella Durmiente o Cenicienta, quienes no son nadie sin su príncipe, que es quien la salva, quien la hace despertar, mostrándole el camino. Pocahontas es una Barbie que renuncia a sus creencias (a su independencia, a su autosuficiencia, a «los suyos»…) por amor. En definitiva, las mujeres deben estar preparadas para casarse. Ese es su fin en la vida. Volvemos a ver el mismo estereotipo prejuicioso: puede salir a la escena pública (puede hasta luchar, puede ser valiente, inteligente) pero sin dejar nunca el mundo privado, que es el que le corresponde. La mujer está subordinada al hombre de manera explícita o implícita. Por lo tanto, nos encontramos en estas películas tres tipos de mujer: la princesa, que es bellas e ingenua; la reina, que fundamentalmente aparece para tener hijos (e incluso una vez tenidos, muere porque ya ha culminado su papel en la vida) y la madrastra, que no suele tener hijos propios porque es una mujer malvada. A veces la madrastra es cambiada por la bruja. Así pues, nos encontramos ante unos roles humillantes y desprestigiados. Pero no sólo las imágenes, las palabras son todavía más peligrosas porque suelen estar tapadas por unas imágenes llamativas. [...] Es decir, las palabras juegan un papel especial porque dentro del contexto cinematográfico quedan soterradas por la especial potencia de las imágenes. Pero están presentes y son capaces de quedarse fijadas en los y las espectadores dejando una huella indeleble aunque casi latente.
a) Película Blancanieves (1937) - Gruñón: ¡Bah!, Al fin y al cabo es una mujer y todas están llenas de remilgos femeninos. - Blancanieves: ¡Qué casa más desordenada!, ¿es que a caso no tenéis mamá?
b) Película La Cenicienta (1950) - Cenicienta: La aguja es cosa de mujeres - Hada: Si el amor es el bien deseado, el dulce sueño se realizará.
c) Película Mary Poppins (1964) - Padre: Buscar una niñera es una tarea ardua que requiere disciplina, seriedad e inteligencia. Por lo tanto, será mejor que me encargue yo mismo de buscar una nueva niñera.
d) Película La Sirenita (1989) Ariel le pregunta a Úrsula que cómo va a conquistar al príncipe sin voz. - Úrsula: Eso no importa, te ves muy bien. No olvides que sólo tu belleza es más que suficiente. Los hombres no te buscan si les hablas, no creo que los quieras aburrir. Admirada tú serás si callada siempre estás.
e) Película La Bella y la Bestia (1991) - Gastón: No está bien que una mujer lea.
f) Película El Rey León (1994) - Simba: Papá, papá, tenemos que irnos.. - El Rey León (mirando a la leona): Antes del amanecer es tu hijo
Se desató la polémica. Blancanieves es sexista y debemos acabar con ella. Al menos muchos creen que sucederá eso. Y escuché en el metro comentar a dos hombres: "ya están las feministas tocahuevos sacando las cosas de quicio". Así que supongo que muchos áun no entienden nada.
El Ministerio de Igualdad, el Instituto de la Mujer y el sindicato FETE-UGT apuestan por acercar a los niños cuentos no sexistas, ya que consideran que las historias infantiles suelen estar llenas de estereotipos. "Casi todas las historias colocan a las mujeres y a las niñas en una situación pasiva en la que el protagonista, generalmente masculino, tiene que realizar diversas actividades para salvarla", apunta Luz Martínez Ten, secretaria de Políticas Sociales de FETE-UGT. Y ahí están cuentos como La Bella Durmiente, Cenicienta o Blancanieves para demostrarlo. Cuentos que se siguen leyendo en el sistema educativo actual y que hacen que las niñas sigan queriendo ser princesas o piensen (incluso de mayores) en que hay que esperar a un príncipe azul.
Apoyo la iniciativa porque creo que a través de la educación se puede lograr fomentar la igualdad entre hombres y mujeres (igualdad real, no lo que tenemos ahora) desde pequeños, y lograr que los estereotipos vayan cayendo.
Reproduzco la 'receta' de Isabel Moya Richard (periodista cubana, Directora de la Editorial de la Mujer de la FMC, Profesora Titular Adjunta de la Universidad de La Habana, Presidenta de la Cátedra de Género y Comunicación del Instituto Internacional de Periodismo José Martí) para 'construir una mujer global'. Adjunto también el enlace a su blog para leer el artículo completo y destaco este párrafo:
Ignorar el poder de la imagen y la representación sexista sería ingenuo y sumamente peligroso, pero debemos tener en cuenta también la importancia de la mujer y el hombre en la construcción de su propio universo simbólico.
RECETA PARA CONSTRUIR UNA MUJER GLOBAL
Tome unas gotas de Amarige de Givenchy.
Un poco de crema antiarrugas de Clinique.
Una porción de extracto revitalizante para el cabello de L Oreal.
Mézclelo cuidadosamente para que no haga grumos.
Distribúyalo sobre un cuerpo femenino de l 80 metros con 90, 60, 90 cms de pecho, cintura y caderas respectivamente, preferiblemente blanco y rubio.
Si no encuentra fácilmente este producto en el mercado puede recurrir sin remordimientos a silicona y colágeno, extraer algunas costillas o realizar lipoescultura.
Salpimente con algo exótico a gusto.
Cueza a fuego lento en un caldo con algo de consumismo, fin de las ideologías y la historia u otras hierbas...
Sirva enfundada en Dona Karan, Agata Ruiz de la Prada, Dior, Armani de acuerdo a su presupuesto.
Fijar el foco en el público objetivo de Moore, como hace Ruth de forma muy acertada, está bien. Pero yo he decidido repensar el momento de creación del film, ese instante en el que el autor comienza a cruzar datos que le darán la base argumental de su película (en este caso jóvenes-armas-matanzas).
Vamos a intentar un ejercicio de imaginación ficcionado: mujeres-armas-matanzas. Para ello debemos olvidarnos, por un instante, de la llamada violencia de género o violencia machista y de los feminicidios en Ciudad Juárez, por ejemplo, y centrar nuestra mirada no en la violencia ejercida hacia las mujeres sino la practicada por mujeres. De esto, resulta que se pueden sacar datos peligrosísismos: ¿Son violentas las mujeres (las estadounidenses si nos circunscribimos al hábitat de Bowling for Columbine)?¿Matarían a sus compañeros/as (intentemos obviar el caso aparecido hace unos días en el que una adolescente ha matado a otra en Seseña)?¿Tienen una forma particular de matar (algunos estudios apuntan hacia el envenenamiento)? Por lo que parece, una vez pasada la moda de quemar "brujas" en la hoguera y de los relatos tipo "viudas negra", afortunadamente los medios de comunicación no tienen intención de rebuscar en los cajones policiales para concluir que algo va mal porque las mujeres han decidido comenzar a matar masivamente a sus congéneres (parece ser que tampoco se sitúa el foco ahí en el atentado contra el metro de Moscú, como comentaba Vega en el comentario de Bowling for Columbine). De todos modos, vale la pena pararse a reflexionar que, quizás, en este conexto en el que estamos inscritos, podemos ver con más claridad que cruzar el dato MUJER con el de EJERCICIO de la VIOLENCIA, es un acto perverso, no obstante no es muy distinto cruzar JUVENTUD con VIOLENCIA, ya lo achaquemos a cultura o a educación.
No cabe duda que Michael Moore sabe muy bien lo que hace. Es un showman original que conoce al público al que se dirige: los americanos, esos niños grandes del otro lado del atlántico. Y digo niños grandes porque cuando veo todos los documentales que se han realizado en los últimos años de denuncia de la sociedad-cultura-política estadounidenses (Super Size Me, Una verdad incómoda...) siento que yo no soy el público objetivo que buscan. Por lo que veo en estos documentales, parece ser que hay muchos americanos que no saben muchas cosas y que hay que explicárselas. No saben que las armas son malas, no saben que la comida basura es mala, no saben que les engañan con muchas ideas que cuelan entre sus barras y estrellas... Lo que cuenta Moore en sus documentales nos deja a los no-estadounidenses, en la mayoría de los casos, alucinados. Observas desde el sofá de tu casa como puede haber gente así. "Estos americanos deben estar locos", como diría Obelix. Moore ofrece una visión sesgada que me parece defendible para conseguir lo que busca. La sociedad americana tiene problemas, no cabe duda, y uno de ellos es la violencia unida a la posesión de armas, habilmente manipulada por la teoría del miedo. ¿Una sociedad con miedo es más fácil de controlar? Desde luego parece que es más fácil de convencer para iniciar determinadas políticas maniqueistas. Y es que los americanos siguen creyendo que hay bueno y malos. Moore dirige sus incisivas y, en ocasiones banales, preguntas para mostrar lo que hay: gente inculta, gente engañada, mala gente, jóvenes afectados, jóvenes muertos, niños con armas... Lleva a la cámara como testigo de los rechazos que recibe porque es incómodo. A nadie le gusta ver a un chico en silla de ruedas. Y menos en Wal Mart. No queda bien. Él muestra, tú decides. Enseña lo que a veces no se ve o no se quiere escuchar. ¿Educa? Quizás a las nuevas generaciones de americanos no les vendría mal ultilizar estos documentales como apoyo audiovisual de una eduación más esmerada, menos conductista o superficial.