
El Ministerio de Igualdad, el Instituto de la Mujer y el sindicato FETE-UGT apuestan por acercar a los niños cuentos no sexistas, ya que consideran que las historias infantiles suelen estar llenas de estereotipos. "Casi todas las historias colocan a las mujeres y a las niñas en una situación pasiva en la que el protagonista, generalmente masculino, tiene que realizar diversas actividades para salvarla", apunta Luz Martínez Ten, secretaria de Políticas Sociales de FETE-UGT. Y ahí están cuentos como La Bella Durmiente, Cenicienta o Blancanieves para demostrarlo. Cuentos que se siguen leyendo en el sistema educativo actual y que hacen que las niñas sigan queriendo ser princesas o piensen (incluso de mayores) en que hay que esperar a un príncipe azul.
Apoyo la iniciativa porque creo que a través de la educación se puede lograr fomentar la igualdad entre hombres y mujeres (igualdad real, no lo que tenemos ahora) desde pequeños, y lograr que los estereotipos vayan cayendo.
Recomiendo el cuento para adultos
La cenicienta que no quería comer per

de Nuria López Salamero.
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