No cabe duda que Michael Moore sabe muy bien lo que hace. Es un showman original que conoce al público al que se dirige: los americanos, esos niños grandes del otro lado del atlántico. Y digo niños grandes porque cuando veo todos los documentales que se han realizado en los últimos años de denuncia de la sociedad-cultura-política estadounidenses (Super Size Me, Una verdad incómoda...) siento que yo no soy el público objetivo que buscan. Por lo que veo en estos documentales, parece ser que hay muchos americanos que no saben muchas cosas y que hay que explicárselas. No saben que las armas son malas, no saben que la comida basura es mala, no saben que les engañan con muchas ideas que cuelan entre sus barras y estrellas... Lo que cuenta Moore en sus documentales nos deja a los no-estadounidenses, en la mayoría de los casos, alucinados. Observas desde el sofá de tu casa como puede haber gente así. "Estos americanos deben estar locos", como diría Obelix. Moore ofrece una visión sesgada que me parece defendible para conseguir lo que busca. La sociedad americana tiene problemas, no cabe duda, y uno de ellos es la violencia unida a la posesión de armas, habilmente manipulada por la teoría del miedo. ¿Una sociedad con miedo es más fácil de controlar? Desde luego parece que es más fácil de convencer para iniciar determinadas políticas maniqueistas. Y es que los americanos siguen creyendo que hay bueno y malos. Moore dirige sus incisivas y, en ocasiones banales, preguntas para mostrar lo que hay: gente inculta, gente engañada, mala gente, jóvenes afectados, jóvenes muertos, niños con armas... Lleva a la cámara como testigo de los rechazos que recibe porque es incómodo. A nadie le gusta ver a un chico en silla de ruedas. Y menos en Wal Mart. No queda bien. Él muestra, tú decides. Enseña lo que a veces no se ve o no se quiere escuchar. ¿Educa? Quizás a las nuevas generaciones de americanos no les vendría mal ultilizar estos documentales como apoyo audiovisual de una eduación más esmerada, menos conductista o superficial.
viernes, 2 de abril de 2010
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3 quejas:
No quería entrar en este debate pero... ¿por qué siempre son hombres los que protagonizan este tipo de actos violentos?
Ahí lo dejo...
Hombre, después de que identificasen a las causantes del atentado del metro en Moscú, igual no es el momento de señalar a los hombres como protagonistas. No obstante, como las llaman "viudas negras", dado que emprenden ese tipo de acciones para vengar a sus maridos, vale, te compro el argumento.
Se dice que las mujeres por naturaleza somos menos dadas a este tipo de actos por una combinación de:
- Menor fuerza física, por lo que estamos acostumbradas a resolver los conflictos de otra manera.
- Alguna especie de odio ancestral a la escenificación de sangre, tiros, etc. Al parecer, las mujeres se suicidan con pastillas, con el tubo de escape, etc. Los hombres, se pegan tiros y se lanzan desde la azotea. [De hecho, los intentos de suicidio por cortarse las venas son en mujeres. Los hombres tienen un mayor grado de éxito. Creo que es la única modalidad de suicidio sangrienta algo femenina]
He llegado a leer que "las mujeres son más limpias hasta para morir", pero no me preguntes dónde porque no era una fuente para recordar, obviamente. Quizá Asier te pueda dar más pistas, creo que andaba analizando el suicidio y quizá ha visto cosas en estos términos.
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